Médico tradicional de la comunidad Kaliwirinae, Puerto Gaitán, Meta; recibió su formación como médico Tsamanimone, con el médico tradicional de su comunidad el señor Antonio Kasolua a la edad de 11 años. Ha trabajado como médico por medio de la medicina del Yopo; hace 9 años fue invitado a la ciudad de Pasto como autoridad indígena Sikuani, desde esa época abrió su conocimiento al hombre blanco, ha participado en múltiples eventos en el interior del país para hablar de su sabiduría y el valor de ésta para la humanidad. Es portador de los cantos, la medicina del soplo y portador del Yopo como planta tradicional para sanar. Desde entonces ha venido recuperando para su comunidad la danza Tsamanimonae petaxunamuto. “Camino de la danza de los Dioses ancestrales” y Akaneto La danza de la Gaviota, que son parte constitutiva de la sabiduría Sikuani.
El pueblo Raizal
Perfil artista:
Estudiantes de grado 4to de primaria del Colegio Delia Zapata Olivella
Reseña obra:
“El Pueblo Raizal” es una exposición de arte infantil que abarca las siguientes temáticas:
El pueblo raizal afrocaribeño es originario del Archipiélago de San Andrés Islas.
Los integrantes de esta comunidad hablan el creole que es una lengua criolla creada por ellos mismos con influencia inglesa, motivo por el cual también hablan inglés. Su religión es la Bautista, de ahí que asistan a la iglesia cada domingo.
El mar significa mucho para ellos por todo el sustento que les da.
Su apariencia es afro, sus ojos suelen ser de color azul, verde o miel, debido a la mezcla dada con los ingleses.
La música y danza se compone de una mezcla de instrumentos entre los que se incluye la Quijada de caballo. Entre los bailes más representativos se incluyen: el reggae, el chotis, la mazurca y pasillos.
Los raizales tienen costumbres muy arraigadas como el Festival de teatro, las fiestas del mar, el festival de cine, incluso las carreras de caballos.
También, vale resaltar que el ombligamiento es una práctica propia de esta cultura en la que al recién nacido se le corta el cordón umbilical y el padre del bebé lo siembra debajo de un cocotero para sellar el vínculo orgánico y espiritual con el territorio. Con ello, los isleños dan muestra de esperanza de la familia y la comunidad como símbolo de prosperidad y bienaventuranza.
Los colores que se utilizaron en las obras son vivos: rojos, naranjas, amarillos, propios de los atardeceres de las islas.